- Me has sacado de casillas!!!!
- Yo te he sacado de casillas? O tu reacción ha hecho que salgas de tus propias casillas?
Nuestra cabeza constantemente se encuentra almacenando información ya sea de manera consciente u inconsciente, esa información permite a nuestro cerebro que actúe de determinada manera ante determinado estímulo . Cuando ocurre algo que te irrita o te causa enfado u enojo es posible que esté conectando con información previamente almacenada. Ante cada una de estas situaciones aprendimos a reaccionar de una manera y a actuar conforme a ello, sintiendo después las consecuencias que puede tener tanto a nivel físico como emocional.
La ira no permite que pensemos con claridad y prepara todo nuestro cuerpo en modo ataque hacia aquello que consideramos una amenaza, provocando un estrés nada beneficioso.
La ira por qué se produce?
Cada persona gestiona su enfado, enojo u ira de manera diferente, no todos reaccionamos de la misma manera, ni vemos el mundo de igual forma, lo que a unos les molesta a otros les puede causar gracia o simplemente no les afecta, entonces la pregunta es, qué hace que a mi me produzca ira “x” situación?
No hay un solo motivo que podamos decir que causa el ataque de rabia, los gritos y los malos modos. No todos explotamos por lo mismo, pero todos podemos aprender a no hacerlo. Veamos si leyendo algunos de los motivos, podemos definir y «aislar» cual es el nuestro
Veamos si te suena algunas de estas razones:
- Tienes poca tolerancia a una opinión que sea distinta a la tuya que incluso te puede llegar a generar sentimientos de frustración. Te molesta que personas no piensen igual a ti, antes sus opiniones sientes que van en contra de tus ideas, o llegar a pensar incluso que van en contra tuyo, te pones a modo defensa u ataque y esto puede perjudicar la relación con la persona con la que interactúas.
Por tener un nivel muy bajo de tolerancia a las frustraciones y un deseo alto de controlar las situaciones (no aceptar que las cosas salgan diferentes a como uno espera, lleva a algunas personas a la frustración). Cuanto menos acostumbrados estamos a las decepciones (no cumplimiento de las expectativas que hemos puesto sobre algo ó como pensábamos que debía de ser), más fácil podrán surgir situaciones de rabia , enojo u ira.
- Asertividad: te cuesta expresar tus sentimientos y pensamientos de manera libre , te contienes muchas veces, prefieres callar a generar una “discusión” ya que consideras que es lo mejor en ese momento pero si esto pasa de manera frecuente y repetitiva lo vas a ir acumulando hasta que llegará un momento en el que todo estalle, pudiendo incluso llegar herir a personas que nada tienen qué ver con lo que te ocurre a ti. No calles, di lo que sientes, piensas, eso si trata de que sea de manera respetuosa y en el momento adecuado, cuando los aires de la situación en la que te encuentras se hayan calmado, pero no lo obvies ni anules.
- Situaciones no resultas de tu pasado, arrastras por mucho tiempo pensamientos y sentimientos como decepción, resentimiento, frustración, entre otros, que no pudieron ser liberados en su debido momento y cualquier situación del presente que haga “click” en tu inconsciente relacionándolo con aquel hecho que te causó malestar , salta a manera de ira u enojo en el presente de manera automática.
- No haber aprendido otra forma de resolver los conflictos. (si en nuestra infancia, hemos visto que los problemas y diferencias personales se solucionaban levantando la voz, queriendo imponer la «razón» de uno sobre la «razón» del otro, es más probable que usemos la misma técnica). Repetimos lo que hemos visto e incorporado desde niños, algunas veces funciona otras veces no ó existen mejores maneras de abordarlo dependiendo de la situación y la/s personas con las que tratamos.
- No soportas las injusticias. Hay muchas circunstancias que están fuera de nuestro control pero las personas que no controlan su ira, no aceptan que sea así.
- No aceptas bien las críticas. Diferenciar entre críticas negativas y constructivas es parte de ir creciendo a nivel personal. Puede que no sepas evaluar la diferencia y tengas más tendencia a ver todas las críticas más como amenaza. Respondes entonces con ira.
- Siempre has tenido tendencia a ser más irritable. Desde pequeños, las personas que hoy no controlan su ira, mostraban poca predisposición a ser pacíficos y a estar calmados.
- Creciste en una familia desestructurada. Hay familias que dificultan que una persona crezca sin grandes trastornos y te ves obligado a defenderte de situaciones desagradables. Utilizas tu ira desde hace tiempo.
- Otros
Al explotar de rabia, nuestras relaciones personales van perdiendo calidad, frescura, amor y dulzura. El no saber gestionar correctamente nuestra rabia, es uno de los motivos principales del deterioro de las relaciones personales
Siempre recuerda lo siguiente:
- No siempre tendrás razón aunque lo creas.
- No siempre podrás imponer tu modo de ver las cosas, aunque lo intentes.
- No siempre tu verdad es la verdad de otros.
- No siempre los demás harán lo que tú esperas, aunque lo hayan dicho.
- No siempre podrás saber lo que esperan de ti, menos si no preguntas.
- No siempre sabrán lo que esperas de ellos, menos si no lo dices.
Cómo gestionar la ira?
Construye confianza con amigos y colegas, las personas a menudo se centran menos en usted de lo que podría pensar. No pretenden molestarle. Esfuérzate en ser honesto con la gente. Explique sus acciones o decisiones cuando lo necesite, y mantenga siempre su palabra. Si lo hace de manera consistente, la gente aprenderá qué puede confiar en ti.
Escucha eficazmente, la comunicación contribuye a situaciones frustrantes. Cuanto mejor escuche lo que dice alguien, más fácil será encontrar una resolución que no implique una respuesta agresiva. Así, mejora sus habilidades de escucha activa. Cuando otros están hablando, procura enfocar tu atención en lo que están diciendo y no en pensar en lo que Ud. va a decir antes de que hayan terminado, no se trata de un ring donde alguien tiene que ganar, se trata de aprender a realmente escuchar, aprender a tener una conversación que no tiene porque ser pelea, ni Ud. sentirse atacado.
Mantén un registro de las cosas que te hacen enojar, ¿Sabes lo que causa tu ira? Ocurre en algunas situaciones y a menudo no entendemos porqué reaccionamos de forma tan enfadada frente a algunas personas o acontecimientos. Llevar un registro de los detonantes por más pequeños que estos sean, te ayudarán a detectar el trasfondo de tu ira y sus detonantes.
Se asertivo, recuerda la palabra es «asertiva», no «agresiva». Cuando eres agresivo, te concentras en ganar. Te preocupas poco por los sentimientos, derechos y necesidades de los demás. Cuando eres asertivo, te enfocas en el equilibrio. Eres honesto acerca de lo que quieres y respetas las necesidades de los demás. Si estás irritado, a menudo resulta difícil expresarse con claridad. Aprende a afirmarte y permite que otras personas conozcan tus expectativas, límites y problemas. Cuando lo hagas, descubrirás que desarrollas confianza en tí mismo, obtienes respeto y mejoras tus relaciones.
Tu cuerpo también influye, respira, toma agua: una manifestación física de la ira es la sequedad en la boca. Por lo tanto, en momentos de ira, bebe agua. El cuerpo interpreta que al desaparecer el síntoma (sequedad en la boca) se ha disipado la causa de la emoción (la ira), por lo que automáticamente reacciona disminuyendo el nivel de tensión en nuestro cuerpo. Cambia de postura, relaja tus músculos, tu rostro. Sonríe, usa tu sentido del humor no sarcasmos (que es una forma de violencia de baja intensidad) sino algo que tenga gracia y que rompa la dinámica de enfrentamiento y agresividad.
Ahora bien, puede ser que la emoción sea tan potente que necesites sacar esa emoción de otra manera, en ese caso, te doy otros 3 tips que te podrían funcionar:
- Vete a correr (o a dar un paseo con paso ligero), no hay mejor manera de liberar el estrés provocado por la ira que haciendo ejercicio.
- Grita o llora si es necesario!, no hay nada más liberador que gritar hasta quedarte sin aliento. El problema es que si te oyen, la gente va a huir de ti como alma que lleva el diablo, así que solo te recomiendo utilizar este recurso cuando estés aislado del mundo.
- Golpea con una almohada en el suelo. Como si no existiese un mañana. Golpea con todas tus fuerzas hasta que te quedes sin fuerza. De esta manera, liberarás toda esa energía disfuncional dentro de tu cuerpo, sin hacer daño a nadie.
Y después de sacar la ira, ¿qué?
Después de haber sido capaz de sacar toda esa energía de tu cuerpo sin haberla proyectado hacia ninguna otra persona, lo único que debes de hacer es preguntarte “¿Para qué me ha sucedido esto?”, no preguntes el por qué, sino para qué y deja que el episodio se te olvide. Seguro que viene a tu mente, un poco antes o un poco después la respuesta a esa pregunta, lo que te traerá información relevante para seguir avanzando en tu proceso.
“La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte” – Seneca-
Texto: Nataly Diaz Diblenko
Referencias: Recursos de Coaching Ontologico